Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) redefinen ahora la forma como se encuentra distribuida la información en esta denominada sociedad del conocimiento. Ya no es el maestro el centro del proceso de educación sino que son los estudiantes quienes pasan a ser el foco de atención, y es en torno a ellos que gira todo el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Las TIC nos permiten eliminar las barreras de espacio y tiempo, brindando mayor accesibilidad al conocimiento a aquellas personas que antes no tenían esta posibilidad. El uso de estas tecnologías brinda mayor dinamismo en la enseñanza y favorece la comprensión de conceptos, la motivación del estudiante y potencian el acceso a la información. Sin embargo, nuestra cultura tiene patrones arraigados frente al proceso educativo. Tenemos, dentro de nuestro colectivo imaginario el aula como espacio arquitectónico donde se lleva a cabo la entrega del conocimiento, como medio para la entrega al docente, como información y conocimiento, solo aquello que el medio (docente) tiene almacenado y es capaz de entregar mediante una clase magistral, una charla o un relato.